Descubrí a los hermanos Servranx y sus trabajos hace ya unos cuantos años, en el transcurso de una formación con Daniel Rubio. En aquella época yo comenzaba mis incipientes escarceos con el péndulo, las varillas, la radiestesia, la geobiología y los mundos sutiles.
Dos cosas llamaron poderosamente mi atención de principiante: una, que todos los dibujos eran “muy geométricos”, aparentemente poco orgánicos o “naturales” (si bien posteriormente fui descubriendo la componente geométrica, fractal y sagrada escondida en todos los elementos de la naturaleza). Y lo segundo que me llamó la atención fue que se podían utilizar “a distancia” (también esto me inició en el trabajo vibratorio sutil a distancia en muchas de sus vertientes, sobre todo la terapéutica).