Testimonios
Sabina Roleff
Curso de Introducción a la Geobiología
Hace dos años compramos una casa en un pueblo de la Sierra Sur. Siendo muy sensible a los campos electromagnéticos, estaba preocupada con unas antenas de telefonía que, aunque a cierta distancia, eran visibles desde la parte sur de la casa. A través del arquitecto que me estaba haciendo unos planos en ese momento, me puse en contacto con Daniel Rubio, de Terra Áurea, para solicitar un estudio geobiológico.
Daniel en todo momento fue muy honesto conmigo y me comunicó la dificultad que presentaba esta casa en particular y sus dudas en cuanto al resultado final. Sin embargo, gracias a su perseverancia y meticulosidad logró unos resultados increíbles. Contratar sus servicios ha sido una de las mejores decisiones que he tomado. No solo Daniel es un gran profesional, apasionado en su trabajo, sino que también es accesible, atento al mínimo detalle, y a la hora de explicar los resultados es inteligible.
A través de su exhausto estudio de la casa, descubrió, entre otras cosas, tres niveles de agua por debajo del lugar, y en una de las habitaciones una pequeña falla. Daniel me explicó las repercusiones que esto tiene en la salud. La puesta en acción de sus consejos (como la puesta de peso en puntos específicos que fueron calculados de una forma súper precisa) y el trabajo que se hizo para armonizar el espacio mejoraron tanto la energía del lugar que incluso la gente que viene a visitarnos nota la diferencia. Daniel es un gran perfeccionista, estoy impresionada por su profesionalidad, su amabilidad y calidez, la cantidad de tiempo y consideración que ha dedicado a armonizar la casa y su absoluta determinación a hacer que todo fuera exacto y correcto.
Vivimos en una sociedad donde los elementos electromagnéticos están teniendo un gran impacto en nuestra salud de una forma sutil quizás, pero cada vez más evidente (electrodomésticos, Wi-Fi, TVs etc, sin contar fuera de la casa). Daniel me ha enseñado que podemos hacer algo al respecto. Entonces, sí, absolutamente recomiendo a Daniel a cualquiera que esté interesado en mejorar energéticamente su hogar o lugar de trabajo y con ello su salud.
¡Gracias Daniel por todo el trabajo y cariño que has puesto en mi casa!
Tuve la oportunidad, a través de una amiga, de conocer Terra Áurea y tras investigar la web a fondo, finalmente decidí formarme en Geobiología Consciente con Daniel Rubio.
Esta formación está siendo una experiencia maravillosa para mi vida, que me ha permitido ampliar mi consciencia enormemente. La formación es muy amena y Daniel la transmite de forma que cualquier persona pueda llegar a entender, aprender y, lo que es más importante, experimentar, ya que es una formación muy práctica. De esta manera es fácil integrar todo ese aprendizaje para que forme parte de nuestra vida y podamos utilizarlo en nuestro día a día.
El lugar donde imparte los cursos es muy agradable, permitiéndote aprovechar el curso al máximo y descansar mientras que lo recibes. Realmente esta formación está siendo un regalo para mi vida que no puedo dejar de aconsejar a cualquier persona con la que me encuentro.
Dejo mi testimonio para que pueda servir a otras personas y agradezco a Daniel y al equipo de Terra Áurea todo el apoyo recibido, esperando poder seguir disfrutando de las formaciones que imparten.Descubrí con placer, que nuestro "goloso" amigo, (el dragón) gustaba de la sal y de la miel, hablaba en el lenguaje antiguo de la diosa Nammú Sumeria , de la Dunana Babilónica y de su hijo Oannes, dios de la sabiduría, y compartía con nosotros… "sus pensamientos más grandes que el mar y sus consejos más profundos que el abismo..." (Siracida) La pequeña Iglesia nos dio la bienvenida desde la encina madre que se encuentra a la entrada del recinto, al igual que lo hicieron en la antigüedad el cedro, el ciprés, la palmera, el sicomoro, el manzano y el olivo, árboles sagrados de la Diosa, que habitaban sus templos y evocaban su poder. Y como ellos Santa María de Bareyo resplandecía asociada a la luz de la Sabiduría, a la Hokma, a la Sofía que inunda durante todo el día la pequeña colina en la que se asienta.
"...Cuando colocaba los cielos, allí estaba yo, Cuando trazaba la bóveda sobre la superficie del océano, Cuando sujetaba las nubes en lo alto, Cuando afianzaba las fuentes del abismo, Cuando marcaba su límite al mar para que las aguas no desbordaran sus orillas, Cuando asentaba los cimientos de la tierra yo estaba junto a él como aprendiz.... (Pr 8, 23-31)”
Todo un placer haber compartido con vosotros el curso de Geometría Sagrada, en Santa María de Bareyo.