Por el Ártico…
El lugar es hermoso, y duro al mismo tiempo. Allí donde apenas crece nada, donde el hielo impera a sus anchas a lo largo de casi todo el año y en un momento donde la noche no llega, no es el hielo, ni siquiera la piedra lo que más impacta, no es ver que allí apenas puede crecer nada, alguna flores heroicas a ras del suelo en el corto verano con su deshielo. Lo que más impresiona, lo que más sorprende es el silencio.