El desarrollo de las diferentes técnicas biosensibles con el uso de instrumentos como pueden ser las varillas, el péndulo, aurómetro, biotensor, u otros, y la utilización de las diferentes técnicas del  ressenti a partir de las manos y del corazón nos abren un mundo fascinante donde podemos acercarnos a la vida y a nosotros mismos de otra manera nueva y diferente, donde el mental no ocupe el lugar tan preponderante que siempre toma o le damos.

Estas técnicas nos permiten acercarnos a la vida, a la investigación en la naturaleza, al conocimiento de los elementos y de nosotros mismos, a partir de la parte más sutil de nuestros sentidos.

La Escucha del Prana, la Visión del Aura, el posicionamiento adecuado de consciencia en el olor, etc… nos permiten transcender el espacio y tiempo, conocer directamente sobre una persona la impresión energética que tiene en su campo etérico.

Podemos realizar un estudio completo, por ejemplo, de carácter geobiológico sobre la propia persona tumbada en una camilla, o incluso estando de pie.

Ser capaces de trabajar sobre planos, mapas o fotografías de un modo mucho más preciso que si estuviéramos sobre el terreno

Ser capaces de abordar dificultades personales a partir de estas técnicas que nos acercan a las memorias celulares, a los sin sentidos que nos hacen sufrir, a todo aquello que se nos repite, de otra manera. Poder parar lo que la mente dice, lo que hemos construido con el pensamiento a lo largo de mucho tiempo y confrontarnos con estas nuevas vías de conocimiento se revelan como algo hermoso y muy especial que nos permite tomar consciencia de todo eso que nos sucede y encontrar las vías adecuadas para después de verlo y comprenderlo, poder elaborarlo y/o trascenderlo.

Los cursos que realizamos en la formación de Crecimiento Personal a partir de esta técnica nos permiten realmente una nueva perspectiva en todos los ámbitos de nuestra vida, abriéndonos al desarrollo de todo el potencial que hay que nosotros