Conceptos básicos
Actualmente existen muchos libros en el mercado que dan cuenta de las áreas de trabajo en torno a la geobiología. Recomendamos los libros de Geobiología de Stéphane Cardinaux (“Geometrías Sagradas”, traducido al castellano por Teresa Olivares, editora de Terra Et Sidera), Mariano Bueno, Raúl de la Rosa, Fleck y Garel y Jacques la Maya. Para los que leen francés son muy interesantes los de Babonneau, Gilber le Cossec, Stéphane Cardinaux y Georges Pratt (ver bibliografía ) y aportamos algunos conceptos básicos para aquellos que no conocen el tema.
Alteración telúrica
Alteración telúrica es todo aquello que tiene una incidencia directa alterando la estabilidad del campo magnético terrestre en el que nos encontramos sumergidos. Las más conocidas son el agua subterránea y las fallas aunque puede haber otras como espacios huecos sin contacto con el aire exterior, grandes masas metálicas, etc.
Cuando en nuestro descanso nocturno estamos sometidos a este tipo de alteración se crea a largo plazo un factor de riesgo para la salud, dependiendo siempre de las características de cada sujeto y de la combinación e intensidad de las alteraciones.
Las gráficas obtenidas con el magnetómetro o con diversas pruebas de tipo fisiológico (georitmograma, sedimentación de la velocidad sanguínea, etc.) nos muestran que la alteración no implica una subida o un descenso peligroso de nivel (como sucede por ejemplo en la radiactividad si pasamos los niveles del borde de la salud) sino que se establecen picos con diferencias muy grandes al mismo tiempo por encima y por debajo de la media correspondiente en el lugar.
Redes Globales del Planeta
Con un importante debate sobre si estas redes son de carácter geomagnético o no (que se sale ahora del marco de nuestra página), las más conocidas son las redes Hartmann, Curry y Peyré, nombres que hacen referencia a las personas que las descubrieron.
La red Hartmann o global está constituida por bandas de orientación N – S y E – O; serían como muros invisibles de alrededor de 21 cm. de espesor, con una separación que oscila entre los dos metros y medio para las líneas E-O y unos dos metros para las N-S, dejando rectángulos entre las líneas de espacio que se suelen denominar zonas neutras.
La red Curry , o Red Diagonal, va de Noreste (NO) a Suroeste (SW) y de Sureste (SO) a Noroeste (NW) en ángulo recto. Fleck y Garel nos señalan que en la zona de Austria y en Europa Central, en general, tienen una separación aproximada de tres y medio a cuatro metros. Mientras que en países que se encuentran más al norte es proporcionalmente más estrecha. Se las dibuja normalmente de unos 80 cm. de espesor, aunque la realidad práctica nos muestra que la separación y anchura de las líneas no es tan uniforme como la que hemos encontrado en la red anterior.
El Dr. Peyré observa una red de gran tamaño repartida por todo el planeta, cuyas dimensiones son variables según los diferentes lugares en los que se realiza la medición. La Red Peyré o Solar depende del módulo solar del lugar. Es la red natural del sitio. En la Península Ibérica está entre 6,75m y 7,70m.
Cuando una banda de la red diagonal pasa sobre una zona de cruce de la red global, tendremos los que se llama un “cruce activo”. Mientras que si hay superposición de dos cruces de redes, tendremos una zona todavía más activa y de cierto riesgo para la salud denominado “Punto Estrella”.
Destaca en estos trabajos la investigación realizada por Raymond Montercy (*) que le lleva a afirmar, después de diversas experimentaciones en islas desiertas, que la única red realmente natural es la red Peyré, mientras que la Hartmann y la Curry serían redes armónicas derivadas de esta natural como efecto de la acción de los Campos Electromagnéticos artificiales en la red natural Peyré.
Los trabajos de Pratt sin embargo, corroborados por las publicaciones de Stephane Cardineaux, sitúan estas redes en relación a los diferentes metales que existen en el planeta.
Otras redes a tener en cuenta son las redes Palm y Wissman.
(*) Raymond Montercy es, en mi opinión y sin que esto desmerezca para nada a tantos que están investigando en este campo, un verdadero investigador, quizás el más serio y estructurado que yo haya tenido la oportunidad de conocer; además de ser una bella persona, es todo un verdadero pozo de saber. En él se unen una formación técnica de ingeniería de sonido, una sensibilidad exquisita al nivel de Ressentti y del corazón, y una capacidad manipulativa excepcional que le permite hacer una verdadera investigación y transmisión de estos conocimientos que superan con mucho el ámbito de la Geobiología.
Biómetro
El conjunto de las radiaciones y energías presentes en un lugar, así como la interacción entre ellas y sus moradores, son medidos a través de la sensibilidad radiestésica, por medio del péndulo y una escala, que nos pueden ofrecer una medida de la calidad general del hábitat.
La valoración de las energías presentes en el lugar se estiman en unidades Bovis (Unidad de medida radiestésica que define la vitalidad de un producto o un lugar).
Según esta escala, el borde de la salud se encontraría en las 6.320 Unidades Bovis, siendo las 8.000 unidades los niveles óptimos que definen la salud. Por debajo de las 6.320 unidades tenemos vibraciones cada vez más bajas relacionadas con la enfermedad. A mayor acumulación de alteraciones telúricas en un punto, encontraremos, de modo general, niveles más bajos.
Por encima de las 8.000 unidades, entre 9.000 y 10.000 Bovis, valores que corresponden a los niveles vibratorios del Cuerpo Etérico, accedemos a niveles cada vez más sutiles que avivarían aspectos más creativos, artísticos, intelectuales.
Es muy importante tener en cuenta la relatividad de esta medida, que es siempre de carácter subjetivo. Ya Blanche Mertz en su segundo libro “El Alma del Lugar” nos señalaba cómo tuvo que diferenciar en varios niveles (físicos, energéticos, espirituales) porque la medida se le quedaba enormemente corta; también Jacques Bonvin en sus estudios sobre arquitectura sagrada se vio obligado a recurrir a la diferenciación de unidades bovis para referirse a una medición de tipo telúrico y lo que llamaba unidades crísticas para referirse a la medición de las energías cósmicas, pues las bovis se quedaban totalmente insuficientes.
Nuestra experiencia nos ha enseñado que según grupos diferentes se tiende a medir con las bovis de un modo sesgado por la experiencia grupal y que entre unos grupos y otros suele haber diferencias. Estas pueden llegar a ser máximas en función de los criterios de evaluación. Por tanto hay que tener cuidado y trabajar con esta medición de un modo experimental que a su vez nos permita contrastar la medida con otras diferentes y también con los resultados globales que nos vamos encontrando.
Hemos señalado esta escala por ser la más común y conocida en Radiestesia y en Geobiología, pero hemos de decir que no es la única, existen tantas escalas como radiestesistas que han buscado un modo de ordenar la información; los hermanos Servranx por ejemplo, han creado cuadrantes de todo tipo para medir colores, valores vibratorios, encontrar una posibilidad entre varias, etc… Algunos geobiólogos trabajan con el geodinámetro, mientras que a la hora de la verdad una simple regla graduada de 0 a 10 nos podría servir para obtener un nivel numérico, o una escala lineal, semicircular o circular, graduada de 0 a 100, nos permitiría obtener una medida en porcentajes.
Chimenea cosmotelúrica
(Tomado de Jacques Bonvin, “Iglesia Románica, Lugar de Energía”. Ver Bibliografía )
Son puntos de emergencia por donde sale una energía de origen desconocido; podrían ser puntos de respiración de la tierra, liberando, en una fase de inspiración, una energía telúrica y después de un período de apnea (fuerza estabilizadora), el proceso se invierte en sentido contrario, liberando una energía cósmica. De carácter aleatorio, se encuentra un poco por toda la superficie del suelo, sin un aparente orden coherente.
Los trabajos de Guy Tison y de Rober Pencréach han permitido demostrar que alrededor del corazón de estas chimeneas, corazón que mide más o menos 40 cm., se encuentran 7 círculos concéntricos que pueden emitir hasta 6 metros como máximo.
Estas chimeneas presentan la particularidad de poseer de vez en cuando brazos, en un máximo de 9. Vemos que estos brazos, que están en forma de doble rombo borde a borde, pueden llegar a tener hasta 7,5 m. de longitud y se encuentran orientados siempre sobre una dirección cardinal.
Uno de los trabajos más interesantes que hemos encontrado en relación a las Chimeneas es el desarrollado por Stephen Cardinaux en sus libros “Geométries Sacrées I y II” (Ver Bibliografía), donde nos presenta las Chimeneas Cosmotelúricas como verdaderas entidades a nivel sutil, de las que encontraríamos solamente la parte superior en la superficie de la tierra.
Emisiones de forma
Las influencias debidas a las Emisiones de las formas han sido mostradas por las experiencias de Morel, Belizal y Chaumery, Georges Lakhosvky, Jean Pagot, Jean de la Foye, los hermanos Servranx y, en nuestros días, Stéphane Cardinaux en Suiza, y Georges Prat y Gilbert le Cossec en Francia así como las investigaciones de Jacques Bonvin y Raymond Montercy sobre el Triskell. (ver bibliografía )
A pesar de que la influencia es difícilmente demostrable de un modo empírico, en lo que a una vivienda o lugar se refiere, no por ello deja de existir una influencia que puede ser fundamental en el lugar donde vivimos (estructura del propio edificio, formas de la casa, piso o habitaciones, alrededores, objetos decorativos, apilamientos, tipos de tejado, etc…).
Las formas se cargan de radiaciones cosmotelúricas, se saturan y las devuelven a su entorno. La naturaleza de un plano o volumen, su orientación, polaridad y su carga condiciona su acción. Influye sobre los planos tanto físicos como más sutiles. (Desde el punto de vista vital, espiritual).
Belizal y Morel clasifican las formas en dos espectros de colores diferenciados en “fase eléctrica” y en “fase magnética”, siendo la segunda la más favorable a la vida y a los procesos de intercambio, mientras que la fase eléctrica es más desfavorable.
Los hermanos Servranx equiparan la energía de las formas a las grandes fuerzas universales como el sonido, número, etc… aunque con nuestros medios no seamos capaces de explicar aún sus efectos.
Por tanto, desde el momento en que existe un objeto polarizado ninguna forma es neutra, si bien esto no quiere decir que muchas de ellas no tengan una influencia específica sobre la salud o el medio. Existen algunas formas reequilibradoras y benéficas, mientras que otras pueden ser perniciosas.
Contaminación electromagnética
Toda corriente eléctrica produce un campo electromagnético, es decir, da origen a unas ondas que sólo se diferencian unas de otras por la frecuencia de su oscilación: la luz, las radiaciones infrarrojas, las ondas de radio, las microondas, los rayos X…
Es producida por la acción de generadores y aparatos eléctricos, y por la pérdida de conducciones mal aisladas, de alto voltaje, líneas sobresaturadas, antenas y aparatos de telefonía móvil.
La actividad y funcionamiento armónico de las células está unida a fenómenos oscilatorios de frecuencia, cuyo desarreglo o interferencia por parte de otros semejantes pero de distinta frecuencia, pueden generar problemas de salud, afectando al sistema nervioso y al equilibrio eléctrico general del cuerpo, llegando a producir depresión, irritabilidad y desequilibrios emocionales, así como disfunciones del sistema inmunológico.
Aunque por lo general no afecta de forma inmediata, su efecto es progresivo y puede deteriorar paulatinamente la calidad de vida de las personas expuestas.
En torno a los Campos Eléctricos y Electromagnéticos hemos de distinguir los de baja frecuencia, que en nuestras viviendas están en relación bien con los aparatos que usamos de tipo eléctrico en la misma, con la propia instalación (es fundamental por ejemplo una toma de tierra adecuada) y con lo que pueda venir de fuera por influencia de líneas de alta, media, o baja tensión, transformadores, etc.., y los de alta frecuencia, que cubren un abanico muy amplio que va desde las ondas de radio, radares, telefonía móvil, microondas, etc…
Radiactividad
La radiactividad es una propiedad en virtud de la cual algunos elementos, tales como el uranio u otros como el torio, el radio, o el radón, se desintegran con el paso del tiempo para dar lugar a nuevos átomos, emitiéndose, al mismo tiempo, en este tipo de procesos, radiaciones y partículas de naturaleza diversa.
La radiactividad es acumulativa y nunca debemos sobrepasar, según la OMS, los 250 mR/año.
Testing y herramientas
Para las mediciones de tipo técnico se utilizan aparatos especializados como el radalert para la radiactividad. Medidores de campos eléctricos de alta frecuencia para las ondas de radio, telefonía móvil, etc.. Medidores de campos eléctricos y electromagnéticos para ver la incidencia de la instalación eléctrica, influencia de líneas o transformadores o el uso de aparatos en las viviendas
Para los demás valores se usa el testing radiestésico, donde el cuerpo funciona como una antena y con un pequeño entrenamiento a través de instrumentos como las varillas de zahorí o de horquilla, las de “L”, el aurómetro, o péndulos y diversas escalas, podemos sentir y valorar energías como las líneas del campo magnético, alteraciones telúricas etc…
Cociente cosmotelúrico
Corresponde al cociente que resulta de la proporción que existe en un lugar entre la energía de tipo telúrico y la energía de tipo cósmico. Cuando la energía está equilibrada, el cociente se sitúa en la vertical en una zona de equilibrio. Sin embargo, cuanto más inclinado nos da hacia la izquierda más telúrico es el lugar, y cuanto más a la derecha el desequilibrio sería de carácter cósmico.
Es interesante porque los antiguos maestros canteros cuando construían los templos en los lugares sagrados que encontraban en el planeta, solían crear estructuras para amplificar las energías de un lugar que como punto de partida solía ser muy telúrico, pero lograban, con la creación de un edificio que se regía por normas bien particulares (geometría, número, medida, etc…), que el intercambio cosmotelúrico quedara perfectamente equilibrado.
Podemos conocer estos valores a través de la radiestesia con la varilla de L de un modo muy cómodo; también a través del resentí con las propias manos.
Ressentti
Aunque lo tendríamos que ver dentro del apartado de testing, lo queremos destacar como algo muy importante ya que posibilita el acceso a una información profunda a través de nuestro corazón.
En francés se distingue esta palabra de la acepción normal de sentir, en el sentido de una certeza profunda que no podemos demostrar pero que sabemos que es así; por ejemplo cuando un zahorí determina que a 50 ó 60 metros de profundidad existe una corriente de agua subterránea, eso pertenece al “ressenttí”, sólo cuando se haga el pozo se verá que efectivamente su resentí ha sido bueno.
Es algo que va mucho más allá de lo que es la intuición, tiene que ver con una profunda certeza desde el corazón. Lo podemos pensar por ejemplo en relación a las grandes y profundas decisiones de nuestra vida, cuando nos empeñamos en algo que sólo nosotros sabemos que sentimos y que no podemos generalizar absolutamente a nadie.
Es interesante porque en el mundo de la Geobiología lo podemos utilizar directamente con las manos, sin el uso de ninguna herramienta (aunque cuando las usamos estamos también utilizando dicha capacidad); pero más interesante aún es que el uso de nuestras manos totalmente vinculadas por el centro energético correspondiente al corazón nos permite tener acceso al saber de muchas preguntas profundas o sencillas que tienen relación con nuestra vida cotidiana desde una perspectiva que no corresponde para nada al mental, incluso nos posibilitan ejercicios muy interesantes de conocimiento y transmutación energética.